Terapia de parejas 2: “¿Podemos estar juntos aunque seamos tan diferentes?”

A veces pareciera que la relación entre un hombre y una mujer puede “funcionar” en base a establecer “pautas para ponerse de acuerdo”, o tener ciertos “tips” para relacionarse y no llegar al conflicto.

Pair-Birds

Por el lado de los consultantes, éste es un pedido habitual en la consulta de parejas y, lamentablemente, en la mayoría de los casos el problema no tiene una solución tan sencilla.

Por el lado de los psicólogos, pareciera que cuando una persona acude a terapia individual por este tipo de situaciones, la solución ha de ser necesariamente la separación… o sea que, si vas a terapia por problemas de pareja, debés estar preparada/o para divorciarte.

Estos hechos muestran que el problema es difícil, tal es así que el psicoanalista francés Jaques Lacan llegó a decir: “no hay relación sexual”, queriendo significar que no era posible una relación equilibrada y armónica entre el hombre y la mujer.

Desde nuestra perspectiva de trabajo, no creemos a una ni a otra postura. Para intentar resolver este problema vamos a acudir a los arquetipos, patrones del Inconsciente Colectivo que las diversas culturas han elaborado para responder a sus interrogantes. Tomamos un arquetipo hebreo, milenario, elaborado por el profeta Isaías que se denomina “el sanador herido” o “el cordero herido”, que dice:  “… y por sus heridas fuimos sanados”.

Esto permitió a muchas personas en situaciones difíciles de su vida comprender que,en medio del sufrimiento y dolor, era posible crear y producir cosas positivas, aún la misma salud de un individuo o un grupo de personas. Aplicado a nuestro problema, significa que no podemos pensar la solución de los problemas de pareja a través de formas o normas de conducta, sino que debemos intentarlo a través de la comunicación del dolor, de las “heridas” de cada uno; la terapia de pareja tiene que ir necesariamente por “el lado oscuro de la fuerza”; esto significa que, en el marco de la consulta, debemos centrarnos en poder expresar al otro todo el dolor que se halla acumulado, mostrando solamente las heridas que se produjeron sin acusar, porque cuando uno de los miembros de la dupla acusa, exige, pide, demanda al otro… allí la contraparte se cierra y responde de la misma manera, con lo que se inicia una especie de escalada del conflicto que suele terminar en la violencia.

Desde esta perspectiva, es posible “estar juntos aunque seamos tan diferentes”, de hecho, ése no es el problema, sino: “estamos juntos aunque muchas veces nos lastimamos”.

El planteo que hacemos no es tan sencillo como parece, sino que lo que pretende estransmitir entre un hombre y una mujer el sufrimiento que se produce en la vida compartida, que no es ideal sino llena de dificultades; esta comunicación es comoun lenguaje del dolor y los humanos sentimos compasión y empatía por el que sufre, pero no por el que nos exige y nos acusa. Es muy difícil atacar a alguien indefenso y desprotegido, que nos muestra crudamente su dolor…

Debido a que esta tarea es compleja, los terapeutas intentamos colaborar en este proceso, ofreciendo un ambiente seguro y confortable, donde poder decir estos sombríos sentimientos y, terminada la terapia, dejarlos encerrados en el consultorio como si fuese un cofre cerrado con candados en el fondo del mar.

Santa Fe, Ar.

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