El Guasón. Análisis psicológico

En este ensayo sobre el film Joker quisiera puntuar algunos temas difíciles desde el punto de vista psicológico: la relación entre la psicopatología y la violencia.

No es psicopatía

En primer lugar, es importante decir que el personaje escenificado no es un psicópata. Esta afección se caracteriza por la ausencia de sentimiento de culpa, sin embargo, en la película podemos ver que antes del estallido que lo lleva a los primeros homicidios, el protagonista intenta desarrollar una vida normal, con reacciones que intentan ajustarse al entorno dónde no se presentan previamente conflictos con la ley como es habitual en los trastornos antisociales de la personalidad. De hecho, el personaje huye asustado tras las muertes que ocasiona.

No es psicosis

No hay alucinaciones ni un delirio sistematizado, todo lo contrario, el sujeto produce críticas muy claras al orden social de ciudad gótica. Pero hay algo más aquí: el rasgo característico de las psicosis es la pérdida del vínculo social. En lugar de esta fragmentación, lo que se produce en Arthur la transformación en el Guasón es una concentración de la energía psíquica sobre el sí mismo y una reacción emocional masiva de la sociedad oprimida que lo levanta como un símbolo social. Por lo tanto, ¡hay vínculo social!

¿Qué es esto?

Después del triple crimen, Arthur corre asustado por lo que acaba de realizar, atraviesa un callejón con gente durmiendo en la calle hasta esconderse en una especie de baño público. Allí se produce el acto fundamental: sucede un fenómeno místico, aquí se encuentra la clave. El personaje ingresa en un estado de trance a través de una danza que le reconduce la energía hacia el sí mismo, tras ello, al mirarse al espejo puede ver sobre sí a otro: el Joker.

La misma escena acontece cuando, tras asesinar a un ex compañero de trabajo en su casa, Arthur se maquilla, baila y entra nuevamente en trance previamente a su aparición pública en los medios, donde asesina a un conductor televisivo.

La escena final, en medio del caos y el conflicto social, muestra la misma situación.

Trance y creatividad

El trance y la creación que genera producen la disolución del Yo: Arthur destruye su pasado en cada homicidio:

  • el del joven que progresa por su empleo;
  • el del trabajador de años sin perspectivas personales;
  • la figura materna;
  • la figura paterna representada en el conductor televisivo.

Matando todo su pasado arriba al desierto del yo (tema central de la mística), luego sólo queda el sí mismo que se identifica con el arquetipo del Joker.

El trance representa en el film el modo de conexión con el arquetipo -es lo que buscan las masas con el consumo de drogas-, implica pobreza de toda referencia, la dilución del yo y la pérdida de toda significación anterior.

El diagnóstico

Desde mi punto de vista, el diagnóstico dependerá del ojo del observador, del psicólogo que analice la temática. Para mí es un niño violentado y mi interpretación, la más positiva que pude lograr, es la de Jacob-Israel que traté en otro ensayo relacionada a este arquetipo. El juicio de valor sólo lo suspendo.

Símbolo de fin de ciclo

Una última cuestión se relaciona al momento social y contextual de emergencia de esta película. El aspecto psicológico Inconsciente que destaca al artista es el de ser cristalizador de sentido de la sociedad en la que vive. Hace unos años Batman se llevaba el interés del público, hoy lo hace su archienemigo… Sin dudas, símbolos de sus épocas.