Carta de un psicólogo a una feminista

Observo una realidad en nuestra sociedad que me preocupa mucho, en particular en los barrios periféricos de nuestro país aunque no exclusivamente; pero sí donde se concentra la mayor parte de la población: el índice de embarazos no deseados que hoy la función política pone en escena público por medio del debate sobre el aborto.

Hace muchos años que estudio e investigo la psicología del varón, por ello, cuando pienso en el tema del aborto, lo primero que considero es la enorme cantidad de hombres ausentes o abusadores detrás de cada embarazo no deseado.

Un fenómeno que me produce mucho dolor es el de las violaciones y abusos sexuales, con tasas mucho más elevadas que las de los embarazos no deseados pero de las que, muchas veces, estos embarazos son efecto.

Permitime mostrarte algo a través de una composición de lugar: imaginate que soy tu pareja, que vivimos en un barrio carenciado del país con muy pocos servicios; yo soy el que aporta algo de dinero y vos tenés una hija, digamos de 11 años. Yo soy violento, golpeador, pero no sólo eso, también soy un abusador y violador de tu hija. Supongamos que esto sucede desde hace muchos años, vos lo sabés pero no podés huir, no tenés a dónde ir y, como si esto fuera poco, yo te mantengo amenazada de muerte a vos y a tu única hija, y sabés lo que puedo llegar a hacer…

Pero algo imprevisto sucede. Un día, tu hija está embarazada. Tarde o temprano tendrás que llevarla al hospital -al menos eso pensás-; recordás tu propio embarazo, el de esta hija tuya cuando vos también eras apenas adolescente. Tu memoria te lleva hacia aquel momento en que llena de temor fuiste con tu mamá al Servicio de Maternidad del Hospital. Allí te enteraste que había un lugar específico para vos llamado «Área de embarazo adolescente»; allí las enfermeras eran muy amables y te sorprendió como te trató el médico ginecólogo, quién fue unos meses después quién estuvo en tu parto. La entrevista con el médico fue sólo el inicio, después te entrevistó la asistente social que completó una ficha con muchos datos tuyos, en la que te preguntó donde vivías, si tu casa tenía piso de tierra o de material, si dormías sola en tu pieza u otras personas la compartían contigo; ella tomó mucho tiempo para oír tus respuestas. Después entrevistó a tu mamá, a quién pudiste ver preocupada a través del vidrio de la puerta de la oficina. Luego tuviste una entrevista con un psicólogo, no te acordás bien qué te preguntó pero sí que hablaste mucho y al irte a tu casa sentiste que te habías sacado «una mochila de encima».

De repente, algo te trae a la realidad del tiempo presente. Soy yo otra vez, tu pareja, que acabo de cerrar violentamente la puerta al ingresar. Ves mi cara, mezcla de sonrisa y bronca, tengo un papel en la mano con un instructivo. El tiempo ha cambiado y en Argentina el aborto ahora es legal y yo te digo e impongo lo que vamos a hacer, lo que vas a decir, lo que vas a hacerle hacer a tu hija. Tengo poder suficiente sobre vos para poder imponerte esto.

Ahora sí es el fin, ahora sí es la tragedia. Ahora se presenta un nuevo escenario, una nueva realidad. Tu pequeña hija seguirá siendo violada noche tras noche, sus embarazos continuarán ocurriendo como así también los abortos que los silencien.

Quizás vos me digas que este caso es excepcional o que soy un fabulador que está intentando manipularte con una ficción, sin embargo, la realidad es otra. La composición de lugar que te ofrecí es real y yo fui, en mi residencia universitaria, hace 17 años, el psicólogo que entrevistó a estas niñas-adolescentes en el área de embarazo adolescente de un hospital local. Lo que te cuento es real y creo que no comprendés aún lo frecuente que es, mucho peor aún, no comprendés la mente del abusador que está usufructuando de vos, una mujer con ideales que quiere defender a otras mujeres.

La mente del hombre abusador es el problema relevante y crítico real a afrontar, éste abusador puede ser un violador o alguien que abandona a su pareja tras la noticia del embarazo reciente. El punto es que a este abusador le sirve, le conviene, el aborto. De modo similar a cómo los felinos machos buscan matar hasta sus propias crias para que la hembra entre rápidamente en celo, el hombre perverso se ve beneficiado enormemente de no asumir la responsabilidad de sus actos. Hasta José, el padre de Jesús, quiso abandonar a su mujer cuando se enteró que ella estaba embarazada.

Pero hay algo más, algo que no tiene que ver con la sexualidad y los embarazos sino con el poder. ¿Por qué muchos gobiernos, y cierto sector político, están tan interesados en las leyes que permiten la generalización del aborto? Lamento decirte que ello no se debe a la voluntad de defender los derechos de la mujer sino que tiene que ver con otro fenómeno que es el poder.

No voy a tratar este tema aquí y supongo que nunca lo haré públicamente. Sólo voy a mostrártelo y dejarlo como un «final abierto»…

Hace pocos años se realizó un descubrimiento arqueológico importante en lo que fue territorio de los incas: en un valle de la cordillera peruana se hallaron los restos fósiles del que es el mayor sacrificio de niños conocido hasta la fecha. Los incas no eran seres bestiales primitivos e ignorantes, todo lo contrario, eran muy inteligentes y su cultura se hallaba muy desarrollada; de hecho, se supone que fueron las castas superiores las que promovieron este infanticidio. ¿Por qué lo hicieron? Por una oscura relación entre poder político, religión oficial y sacrificio de niños.

Sé que el argumento que te presento es irrefutable; sé que defiendo a las mujeres víctimas de violencia y abusos sexuales más de lo que muchas personas dicen hacerlo. Sé que no vas a aceptar hoy mi argumento pero que, tarde o temprano, me vas a comprender. No por lo que te haya dicho, sino porque el poder político te va a dar la espalda.

Ley del aborto: el día después

El 8 de agosto de 2018 en Argentina se debate una ley sobre la legalización del aborto. Este día marcará un antes y un después en la historia de mi país. En una especie de «ventana del Cielo» es posible ver cuál es la decisión Dios, qué es lo que él piensa e, incluso, lo que va a hacer. Permitime que te lo muestre…

En el Inconsciente Colectivo

Hace aproximadamente 4000 años -o tal vez más- vivió un hombre que levantó un puñal para realizar un sacrificio a la divinidad, o a lo que él creía que lo era. Vivía en un contexto en el que muchos hombres lo hacían, y él era uno de ellos. Levantó un objeto punzante en dirección a su víctima, para librarse de sus pecados, de sus errores y de sus culpas.

Convencido de que el mal que sentía dentro suyo, ese vacío terriblemente desolador que lo acechaba día y noche, iba a calmarse de este modo, recogió piedras de distintos tamaños y preparó un altar. Se hallaba sobre una montaña, lugar simbólico de lo espiritual, de lo alto. Recogió ramas secas para el fuego y con un fuerte amarre sujetó en aquel lugar su sacrificio. Levantó la daga, ya había sacrificado muchos animales de esta manera, siempre primogénitos por ser señal de que entregaba a Dios lo mejor de sí. Pero esta vez era distinto, estaba convencido de que en esta oportunidad sí lo lograría, llegaría a alcanzar la tranquilidad de su alma que nunca había logrado recobrar desde que debió abandonar, por las lucha de clanes, su hogar paterno.

Esta vez era distinto, porque bajo su puñal levantado en alto no se hallaba el chivo expiatorio ni el cordero primogénito, allí estaba su propio hijo que con ojos llenos de lágrimas y terror lo miraba con desesperación y dando gritos sordos que nadie podía escuchar.

El nacimiento de un arquetipo

No sabemos cómo ni por qué. Pero algo sucedió aquel día, un día que no fue uno más en una época en la que esto sucedía recurrentemente. Algo detuvo la mano de aquel hombre y marcó el destino de todos sus descendientes hasta el día de hoy. Ante un padre filicida nació la consciencia de Dios como Padre como jamás nunca existió en la humanidad. Una especie de paradojal inversión de la realidad.

Dos mil años más tarde…

Un rey romano decide que todos los niños menores de dos años deben morir pues teme que alguno de ellos ocupe su lugar de poder. Sus soldados ejecutan la orden. Tal impacto sobre la sociedad produjo este hecho que fue relatado simbólicamente para la historia de esta manera:

Y el dragón se paró frente a la mujer que estaba para dar a luz, a fin de devorar a su hijo tan pronto como naciese. (Apocalipsis 12:4 RVR1960)

Surgió allí el cristianismo que no sólo doblegó al imperio opresor convirtiéndolo enteramente a sí, sino que produjo la marca más punzante de la historia de la humanidad.

Siglo VIII aC, muy lejos del mundo cristiano…

Se levanta un héroe entre los dioses griegos. Él no es un dios, sólo un hombre que se destaca por su inteligencia. Él es Ulises y su Odisea relatada por Homero comienza cuando decide no sacrificar a su hijo Telémaco y partir a la guerra -La Ilíada. Luego, una gran nación griega emerge desde este momento fundacional.

Argentina 1976 y 1982

Época de dictaduras militares, muchos niños y jóvenes son asesinados cruelmente por los gobiernos de facto. Hoy, aproximadamente 40 años después, el poder militar argentino se halla completamente devastado y sin haber padecido ningún ataque externo. Colpasó solo, por sí mismo, como lo hizo aquel imperio romano.

8 de agosto de 2018

Te prometí mostrarte el futuro y el pensamiento de Dios que, por alguna extraña razón, quiso mostrarme. Mirá sus ojos, su mirada decidida y penetrante. Nada nuevo bajo el sol sucede hoy para él, esto ya lo ha visto en su mente infinita como así también su decisión. La decisión ya está tomada: su mano va a detener el sacrificio, suceda lo que suceda. Es un patrón cultural, un arquetipo. De la misma manera en que nació y se desarrolló una generación en reacción al abuso militar, nacerá, crecerá y se desarrollará toda una generación con la consciencia de que su progenitora quiso abortarla.

Aunque hoy no lo comprendas, la próxima generación será acunada en Argentina por el cristianismo evangélico.

Pero tú eres el que me sacó del vientre; el que me hizo estar confiado desde que estaba a los pechos de mi madre. Sobre ti fui echado desde antes de nacer; desde el vientre de mi madre, tú eres mi Dios. No te alejes de mí, porque la angustia está cerca, porque no hay quien ayude. (Salmos 22:9‭-‬11 RVR1960)

La mujer y el aborto

¿Por qué una mujer «desea» abortar?

El debate actual sobre la ley del aborto ha hecho que un sector de la sociedad reaccionara enérgicamente en favor de la vida, este sector es mayormente católico y cristiano. Como psicólogo clínico, intento analizar las percepciones de los individuos, puesto que lo que consideramos «real» no siempre coincide para uno y para otro.

Desde mi punto de vista, un sector social frente al otro entran en disputa sobre la base de percepciones que se dividen. Pienso que una mujer que quiere abortar no está deseando «matar a un niño», sino que lo que busca es otra cosa. ¿Pero qué es esa «cosa»?

Ante esta situación, el grupo social que defiende la vida percibe esto:

 Una mujer quiere matar a su niño por nacer.

La mujer y el amor

Antes de plantear la otra postura, te comento un fenómeno que veo a menudo en el vínculo amoroso entre un hombre y una mujer, sobretodo cuando ella está muy enamorada de él; en esos casos, suelo ver una actitud como de «espejo», una especie de destreza femenina que consiste en reaccionar en todo a él, como si fuese su total complemento y la contracara de todo lo que él necesita, esto es absolutamente lógico por la gran capacidad empática que posee la mujer.

En el mito estadounidense contemporáneo más relevante, La Guerra de las Galaxias, Episodio III, una joven enamorada del personaje principal y embarazada de él, al tomar consciencia de que él «se ha pasado al lado oscuro de la Fuerza», tan sólo se deja morir, como si ella misma fuese un reflejo fiel de lo que se sucedido con el alma de su amado, el cual se ha vuelto maligno tras… ¡asesinar niños! Una curiosa casualidad, excepto que uno supiese que la producción de la película fue asesorada por mitólogos y psicólogos junguianos.

La Guerra de las Galaxias y los niños por nacer

Esta referencia mitológica me conduce a preguntarme por qué los hombres parecemos estar ajenos a este debate actual, no me refiero al hombre en general, sino al que participó de aquel embarazo no deseado. ¿Dónde está? ¿Alguien ve a un hombre por allí? Avísenme por favor. Por este motivo, considero que una mujer que desea abortar es como aquella novia de Anakin Skywalker (el personaje de la película), cuya Ánima enamorada ha muerto por traición del hombre al que se entregó y, fiel a sí misma, no puede dejar de seguir siendo espejo de él, puesto que esto es lo que ha decidido en su corazón. Por lo tanto, mi hipótesis de trabajo acerca de las mujeres a favor de la implementación de la ley del aborto es que su percepción dice:

No puedo dejar de ser espejo del hombre.

Nota: soy consciente que este análisis no abarca la totalidad de los casos, no pretende hacerlo. Sólo se trata de un ensayo.

 

Sobre la ley del aborto

La reciente votación favorable a la ley del aborto en Argentina ha generado un amplio debate y un nuevo ensanchamiento de la brecha que divide a la sociedad.

Lejos de lamentar la situación, los cristianos podemos mirar la crucifixión de estos niños con la certeza de que han de resucitar, no en «el otro mundo», sino aquí mismo. ¿Cómo es esto? Los cristianos no podemos hacer ningún juicio de valor sobre aquellas mujeres que habrán de abortar; las enseñanzas de Jesucristo nos corresponden a nosotros solamente, a los que creemos en él.

Una vez declarado el infanticidio, el territorio pasa a ser necesariamente espiritual (estarán muertos, ya por fuera del plano material), y aquí nadie puede impedir la potencia de la Resurrección.

En este sentido, es importante para mí enumerar quiénes considero son los principales beneficiarios de esta nueva ley.

Los violadores festejan

Sucede que acabamos de borrar las pruebas que los incriminaban. Los embarazos de un sin número de niñas y adolescentes, productos de violaciones, significaban un espejo que le devolvía a la sociedad general el maltrato de estas jóvenes mujeres de parte de hombres abusadores que ya no tendrán esta señal social que los delate. Detrás de cada aborto podrá ocultarse sagazmente un violador que tendrá mayor margen de acción para seguir abusando ya que dispone de un mecanismo legal para extinguir el síntoma del problema.

Los padres ausentes respiran aliviados

Ya no habrá hijos que los miren a los ojos con el dolor de su ausencia. No deberán rendir cuentas a su propia consciencia de aquellos hombres y mujeres que vagan sin reconocimiento por el mundo, en búsqueda de una identidad negada que una generación progenitora no se atreve a dar.

Pero sobre todo…

El capitalismo más salvaje celebra la materia prima que lo alimenta. Éste es el punto más crítico. Se trata de una simple cuestión de negocios, las corporaciones le ganan territorio a la Iglesia Católica sobre Latinoamérica.

¿Cómo es esto?

En los tiempos de Moisés (aproximadamente año 1800 aC. -al menos eso me dijeron, no estuve allí), el imperialismo de la época (el reinado del Faraón egipcio) necesitó para crecer económicamente de un grupo creciente de israelitas porque ellos eran sus esclavos, ellos representaban su principal fuerza de producción. Cuando los esclavos crecieron en número, resultaron una amenaza de liberación y el rey decretó la muerte de los niños menores de dos años. Algo similar sucede en torno al nacimiento de Jesucristo; el imperio romano tiene sometidos a los judíos pero se nutre de su fuerza de trabajo y de su enorme capacidad espiritual, pero en ese momento, el rey Herodes toma consciencia de la amenaza que representa una creencia judía -un mesías libertador- y decide matar a los niños pequeños (nuevamente, el mismo patrón).

Hoy ya sabemos quién es el imperio, sabemos que Latinoamérica abunda en recursos naturales (aunque admiremos los «celulares de colores», aún no se pueden comer ni aportan H2O a nuestro organismo) absolutamente necesarios para la vida. ¡Pero cuidado! Los latinos «subdesarrollados» podríamos llegar a tomar nota de esto y, si solo si, somos un número de población suficientemente grande, podríamos producir una liberación social y económica (véase un país que se llama China compuesto por muchos chinos) amplificada con la gran creatividad que muestra esta parte del continente, en particular Argentina. Por ello, es una gran medida de control político esta ley. Una y otra vez, el mismo patrón se repite.

Conclusiones

Ninguna mujer aborta y por ello no debe ser juzgada ni condenada. Quién devora a los niños por nacer es el dragón (un símbolo del imperio escrito en el Apocalipsis). Y los hombres machistas y sometedores de las mujeres somos sus principales aliados.

El feminismo cae en la trampa del patriarcado, el fallo del hombre queda totalmente silenciado y los ejecutores de los abortos son los hombres autoritarios y déspotas, no las mujeres a quiénes las condiciones opresoras de existencia las fuerzan, en gran medida, a realizar estos actos.

La historia se repite.

Mientras los jóvenes argentinos morían en Malvinas, el resto de la sociedad miraba el mundial del ’82.

Mientras se decide el infanticidio más grande de la historia Argentina, ¡nosotros vamos a alentar a la selección de fútbol!

Pero ya sabemos lo que va a suceder; el arquetipo del Sacrificio de los niños se repite y lo que sucede a posteriori es la destrucción masiva. A 1982 le siguió 1989, culmen de la crisis depresiva hiperinflacionaria. ¿Qué le sigue a 2018? Ningún poder político, económico, ni ideológico puede detener la potencia de la profecía de Jeremías.

Macri y la memoria de un líder.

La profecía de Jeremías alude a un rey de Israel (Manasés) que quemó a su propio hijo en busca de prosperidad personal. Jeremías anticipó la destrucción de Jerusalén por este hecho y el linaje de aquel rey desapareció de la historia, sus descendientes -incluso niños- fueron ejecutados por Nabucodonosor.

El presidente Macri acaba de pasar a la historia como el líder argentino que instituyó el infanticidio; si la profecía de Jeremías es real… no sé si me animo a decir esto… acaba de poner en riesgo a sus propios hijos.

De la misma manera que Jeremías le dijo al último rey de Israel (¡nunca más hubo rey en Israel! -año 587 aC.), todavía tiene una última oportunidad para arrepentirse.

Psicología Económica: qué implica la aprobación de la ley del aborto

Cuando una sociedad se halla en una tendencia negativa que se expande a todos sus integrantes, existen ciertos patrones de pensamientos, sentimientos y comportamiento colectivos emergentes y en los cuales se insertan las acciones individuales. Una de éstas se relaciona a tomar medidas de precaución y resguardo económico y al alejamiento de toda actitud emprendedora, puesto que ésta requiere una marco social de confianza y de expectativas positivas.

Una hipótesis de análisis desde la Psicología Económica puede plantearse así:

La media sanción a la ley en favor del aborto en Argentina es una señal social de que el país se halla en una tendencia negativa de su Clima Social Emocional.

Podemos ver este patrón una y otra vez en la historia, el cual se repite en base a sus mismos fundamentals.

Investigadores (Prechter, R.) han demostrado como una tendencia económica positiva correlaciona con actitudes positivas frente a la natalidad: las familias prosperan, están satisfechas con su crecimiento y es un buen momento para tener un bebé. Todo lo contrario sucede en una tendencia negativa, en la que el crecimiento de las familias y de la población es interpretado como una amenaza, en tanto que se lo considera «más bocas que alimentar» y por lo tanto un gasto a restringir.

El proceso que vemos en los medios puede ser analizado desde esta perspectiva independiente de las posturas ideológicas y las luchas políticas.

Sin juicios de valor, los psicólogos economistas observamos el devenir social y lo que esto implica.

Éste es un análisis desde el espíritu del tiempo o la mentalidad de la época, la cual tiene determinantes aún más complejos.

De este análisis podemos plantear otra hipótesis de trabajo acerca de cuál es el actor económico preponderante en la sociedad actual:

Una tendencia colectiva negativa ha de estar relacionada a la predominancia de un actor económico especulador, en oposición al actor económico emprendedor.

Entendemos por «actor económico especulador» a aquel que actúa en función de un paradigma de pensamientos individualista y competitivo, que no interviene en la economía real buscando el crecimiento cooperativo sino el apalancamiento de su capital financiero exclusivamente.

De esta manera, la Psicología Económica nos permite un análisis colectivo e individual simultáneo respecto de un proceso social tomado como objetivo de análisis (la ley del aborto).