Psicoprofilaxis ante el aislamiento – II

En el posteo anterior nos referimos a la importancia de comenzar el día enfocados en el mundo interno y no en las noticias. Para ello nos servimos de un recurso terapéutico sencillo y práctico: la escritura matutina. Para quién desee ampliar los detalles de la técnica, la misma se encuentra descripta en el libro El Camino del Artista, de Julia Cameron, cuyos resúmenes pueden encontrarse en la web. Ahora continuemos con el análisis psicológico de la situación de aislamiento.

Mecanismos defensa

Una buena nutrición, la actividad física, entre otros factores, ayudan a que nuestro sistema inmune se fortalezca y afronte sus adversidades. Además de ello, quiero plantearte aquí otros aspectos que tienen relevancia y que resultan muy sencillos de implementar aunque difíciles de comprender.

El don de jugar

Si tenés hijos o hay niños en tu casa, es hora de sentarse a jugar con ellos en el piso. Sé que muchos toman a broma este comentario menospreciando que hace casi 20 años que estudio e investigo este tipo de fenómenos; no obstante ello, te pido que te coloques en perspectiva: los seres humanos somos un producto de la naturaleza y ésta busca, en primer término, la continuidad de la especie (!), esto significa que destina enormes cantidades de energía a la continuidad de la vida. Si estás ocupado en los niños estás involucrado en la tarea a la que mayor importancia le otorga la naturaleza que está en vos, en todo lo que sos. Es difícil aceptar este razonamiento a pesar de que es sumamente sencillo. Recuerda que esta enfermedad hasta el presente no agrede a los niños.

El don de crear

Un atributo esencial de nuestra especie, que nos ha permitido adaptarnos a la vida desde hace más de 3.000.000 de años, es el hecho de que podemos crear nuevas realidades a partir de nuestro pensamiento; imaginamos situaciones para resolver problemas y ello nos ha llevado al desarrollo de la civilización, por lo tanto, todo proceso creativo (no implica «hacer cosas», sino «imaginar cosas nuevas», como cuando en la infancia lo hacíamos con colores sobre un papel) nos posiciona ante la vida con nuestra herramienta fundamental de supervivencia. Estamos ante una situación inédita para la mayoría de nosotros, por lo tanto, la solución también habrá de ser novedosa.

El don de trascender

Todavía existe otro aspecto que produce en nosotros una particular sensación de bienestar, se trata de la identificación de aquello que está en el «centro de nuestro corazón».

Quizás este razonamiento resulte extraño para muchos, sin embargo, se relaciona a aspectos que desde miles de años existen en nuestra particular manera de comportarnos en relación con la vida.

Existe una y sólo una disposición en cada persona que le permite «concentrar la energía» sobre el sí mismo. Se trata de aquel recurso con el que podemos afrontar nuestros «peores momentos» y al que es importante acceder ahora. Algunos ejemplos pueden ilustrar esta situación:

Quizás en un momento de estrés tomaste la guitarra que no tocabas desde la adolescencia y experimentaste una sensación de «conexión»; o quizás retomaste el gusto de la infancia por el dibujo. Tal vez el día que sufriste un grave perjuicio en tu trabajo necesitaste picar la pelota de basket como lo hacías de niño, o sacaste del armario el juego familiar que tus padres y abuelos jugaban con vos y hoy podés repetir la historia con tu familia…

Se trata de un mecanismo de defensa muy sencillo que nos permite enfocarnos en una sola dirección de nuestra alma y, a partir de ello, prepararnos para el próximo y difícil paso que debemos dar.

Hoy, en Argentina, hace cinco días que comenzó una medida de aislamiento social. Si la situación se extiende más de diez días la mayor parte de la población comenzará a experimentarla como un evento traumático. Por este motivo, lo que estamos queriendo lograr con estos posts es prepararnos psicológicamente para una situación de elevado y prolongado estrés. Si la situación no ocurre, será un gran alivio. Pero si ocurre, necesitamos estar preparados desde antes que ocurra.

Continuaremos con más recursos psicoterapéuticos en los próximos días.

Existe una, y sólo una, experiencia que puede concentrar toda la energía del Sí mismo. Por lo general, es muy antigua.

Una pastillita para dormir… pliiiiis!

Una noche en que no podía dormir busqué algún video con música relajante para descansar; me sorprendí de la cantidad de visitas y suscriptores que tenían estos canales. O sea: hay mucha gente que no puede dormir.

Un falso control con un alto costo

No fui a la farmacia para preguntar cuántos hipnóticos -pastillitas para dormir- se venden, pero supongo que las estadísticas deben mostrar barras de consumo muy altas y muy gordas. Sin contar el consumo de alcohol, prótesis infaltable en la noche de muchos insomnes, con un altísimo costo, por supuesto.

Consumir psicofármacos es una acción muy nociva para el Sistema Nervioso, además, ello conlleva un daño psíquico increíblemente superior al del daño neurológico que pueda producir su consumo habitual. Hay allí una pérdida.

Lo que se pierde es la lucha, la batalla. Se dice que Jacob luchó toda una noche con Dios para obtener su bendición, y que tras ella también recibió un nuevo nombre: Israel.

<<Y se levantó aquella noche, y tomó sus dos mujeres, y sus dos siervas, y sus once hijos, y pasó el vado de Jaboc. Los tomó, pues, e hizo pasar el arroyo a ellos y a todo lo que tenía. Así se quedó Jacob solo; y luchó con él un varón hasta que rayaba el alba. Y cuando el varón vio que no podía con él, tocó en el sitio del encaje de su muslo, y se descoyuntó el muslo de Jacob mientras con él luchaba. Y dijo: Déjame, porque raya el alba. Y Jacob le respondió: No te dejaré, si no me bendices. Y el varón le dijo: ¿Cuál es tu nombre? Y él respondió: Jacob. Y el varón le dijo: No se dirá más tu nombre Jacob, sino Israel; porque has luchado con Dios y con los hombres, y has vencido. Entonces Jacob le preguntó, y dijo: Declárame ahora tu nombre. Y el varón respondió: ¿Por qué me preguntas por mi nombre? Y lo bendijo allí. Y llamó Jacob el nombre de aquel lugar, Peniel; porque dijo: Vi a Dios cara a cara, y fue librada mi alma.>> (Génesis 32, 22-30).

Es interesante notar que  el nombre Jacob significa «suplantador» (tramposo), y que Israel significa «el que lucha con Dios».

¿Por qué te digo esto?

Porque la «pastillita» te impide la lucha interna que te cambia, que te transforma en otra persona (te cambia el nombre, el sentido); si hay insomnio es porque existe un proceso interno en desarrollo ¡más importante que dormir!, y es un gravísimo error impedir esta experiencia.

Pero vayamos más allá, porque no es de insomnio de lo que quiero hablar.

Una droga muy peligrosa

Algo similar sucede con la superstición; ésta es una especie de «droga espiritual» en el sentido que ofrece una «fórmula espiritual» (en vez de química) para acallar la angustia y el vacío del alma (en paralelismo al insomnio). Puedo rezarle una fórmula a una estatuita e irme a dormir tranquilo. El problema es, justamente, que no va a pasar nada. ¿Por qué? Porque no va a haber lucha interna y, como en la cita anterior, lo que queremos alcanzar (sea dormir, tranquilidad, felicidad, lo que sea) se debe ¡conquistar! La superstición nos debilita, nos inhibe nuestra capacidad de lucha interior.

No lo podés controlar

No te pierdas la oportunidad de luchar interiormente, pocas cosas se asemejan a esta conquista y dan la alegría que este proceso genera. Lo que sucede es que el proceso interno es contra algo incontrolable, como el insomnio, y nos cuesta mucho soportar la incertidumbre de lo inconsciente (según Lacan: Dios es lo Inconsciente). Ante esto hay sólo una opción:

Acéptalo, ¡lo antes posible!

Jacob no se rinde, no deja la lucha interior hasta no conquistar el bienestar que está buscando, no obstante ello, debe confesar lo qué él es, debe reconocer en Sí-mismo (Self) que es un embustero, sólo tras ese reconocimiento (que constituye el momento en que suelta el control de su Ego, la herida del ángel representa la herida al orgullo propio, a su modo habitual de lograr sus objetivos), recibe la tranquilidad anhelada y se transforma en otra persona, esa experiencia lo transforma en un hombre que «lucha con Dios», que es lo que representa su nuevo nombre.

¡No te pierdas la oportunidad de luchar! La conquista personal produce mucha satisfacción.

Más allá

Pero todavía hay un «más allá». Tiene que ver con el consumo, consumo de lo que sea. Esta experiencia interior, que comienza con la lucha, conduce a un cambio de percepción de la realidad. Hay una película que se llama «belleza inesperada» que muestra algo de esto. Lo que sucede es que se enciende en la emoción humana una especie de entusiasmo mezclado con intuición e inspiración, sólo que surge de dentro y no de estímulos externos. Este impulso (Impulso de vida en términos psicoanalíticos) tiene un potencial imprevisto e impensado.

¡Nos vemos pronto!