Psicoterapia en el aislamiento (2)

A través del test que nos autoasministramos en la «sesión» anterior de esta terapia autogestionada pudimos extraer nuestro tipo psicológico, el que podemos atribuir a nuestro yo. Lo cual ya nos ofrece mucha información como punto de partida.

Yo = xxxx (tipo psicológico)

A partir de ahora podemos comenzar a considerar otras cuestiones en esta fase de diagnóstico inicial. Cada elemento del tipo psicológico posee una contraparte, un opuesto, que vamos a definirlo como nuestra sombra, concepto fundamental en la psicología junguiana. La conocemos simplemente por oposición a nuestro tipo.

Sombra = (-)xxxx

En ella se encuentran los aspectos menos valorados de nuestra psiquis y con los que es más probable que nos hallemos en conflicto. Si, por ejemplo, soy E (extravertido, indicado en la primera de las cuatro letras), mi opuesto será la I (intraversión) y, un contexto de suma limitación y encierro como el actual, generará un alto nivel de tensión negativa en mi psiquis y me colocará en situaciones de posibles errores a la hora de pensar y tomar decisiones.

Contexto = aislamiento

Luego de conocer nuestro tipo y su sombra, pasamos a analizar cómo nos vinculamos con nuestro contexto actual, que es el aislamiento.

Como podrás ver, el análisis sigue una lógica binaria que estudia la personalidad a través de pares de opuestos. Extraversión e intraversión se relacionan con dos tipos de contexto: expansivo o de contracción. En nuestro caso, se trata de un ambiente sumamente restrictivo o recesivo. Esto significa que nos encontramos en la sombra del progreso y del crecimiento. O sea:

Contexto = aislamiento, contracción, sombra

¡Cuidado! Parece sencillo el análisis porque te lo presento de manera muy lógica, pero no lo es tanto. Podés apreciar que en este contexto el parámetro Intraversión «sintoniza» mejor con el aislamiento que su opuesto, por ello es muy importante que conozcas cuál es tu tipo psicológico.

El aislamiento que vivenciamos favorece los aspectos introvertidos, por lo que es bueno desarrollar estas cualidades en este momento, como mostraré en próximos posts.

También en la polaridad sensitivo – intuitivo, el segundo es favorecido en una situación de restricción social.

De esta manera nos hemos aproximado a un diagnóstico psico-social, el cuál nos resultará de mucha utilidad a la hora de articular lo personal con nuestro entorno. Para los E será un tiempo en el que tener mucho cuidado de las decisiones a tomar y que tendrá la posibilidad de desarrollar recursos psicológicos nuevos que ayuden a su reflexión, mientras que para los I se trata de una circunstancia propicia para acrecentar aún más su mundo interno, de buscar generar nuevas ideas.

Por otra parte, el test ofrece algunos ejemplos de tipos; es interesante ver algunos ejemplos biográficos para pensar similitudes y diferencias.

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Nota al pié: No te olvides tomar notas de tus ideas, es un tiempo muy especial para hacerlo.

Psicoterapia on-line y a distancia

El poder de la palabra

Los procesos psicoterapéuticos siguen una serie de pasos preestablecidos dónde el principal factor del tratamiento es el lenguaje hablado -el intercambio de palabras-, por lo que las sesiones a distancia no afectan en gran medida este factor.

Es comprensible que, para quién consulta a un terapeuta, sea de preferencia el encuentro personal, no obstante ello, para el profesional y su capacidad de trabajo (analizar el problema planteado, realizar un diagnóstico de la situación y proponer una estrategia terapéutica) la eventual distancia personal no implica mayor limitación.

¿Cómo es la terapia on-line o a distancia?

La sesiones terapéuticas se realizan a través de videollamada o llamada telefónica, por lo general una vez por semana -en horario previamente acordado-, tienen una duración aproximada de 45 minutos y el honorario es el mínimo establecido por el Colegio de Psicólogos.

En qué consiste el proceso terapéutico

La terapia comienza con un diagnóstico de personalidad que el consultante puede autoadministrarse y que resulta agradable de realizar, al tiempo que le otorga información muy útil para la terapia. De esta manera, desde el mismo momento de solicitar la entrevista psicológica, el consultante dispone de herramientas para comenzar su mejoría.

El proceso de la terapia se realiza del mismo modo que que una terapia habitual, sin embargo, se acentúa el Recurso Terapéutico de la escrituraorientado a favorecer la puesta en palabras de las problemáticas del consultante.

El análisis que realiza el terapeuta llega a través de dos canales:

– en la misma sesión, y;

– a través uso de un módulo de Inteligencia Artificial.

¿Tiene alguna ventaja la terapia on-line?

Sí, definitivamente. La ausencia de vínculo personal con el terapeuta ha conducido a crear nuevos recursos para ayudar a los consultantes en el cuidado de su salud mental. En este sentido, se ha puesto a disposición del clínico un software de inteligencia artificial que analiza de modo dinámico la estructura de la personalidad a través del tiempo, buscando mostrar algunos escenarios evolutivos posibles según las decisiones que la persona toma.

Cómo iniciar una terapia on-line o a distancia

Comunicándose por Whatsapp, SMS o llamada telefónica al +5493424620597 //Santa Fe, AR.

También puede realizarse un consulta informativa por mail: redpsic.santafe@gmail.com

Medios de pago

Vía depósito en cuenta o transferencia bancaria.

Por MercadoPago (no es necesario tener cuenta).

Psicoterapia on-line y a distancia.

De donde surge la energía vital

Me pregunto de dónde surge la energía que despliega una persona cuando busca alcanzar una meta que anhela con mucho ímpetu, ¿surge ésta de su deseo?, ¿de sus creencias? o ¿de su fuerza de voluntad?

red candle

En más de una ocasión puedo pensar que dicha energía está en todo ser humano pero que se encuentra bloqueada, reprimida, por la culpa y las diferentes inhibiciones sociales; ésta es la hipótesis freudiana sobre la cuestión. Sin embargo, ya desde el sentido común parece una explicación demasiado superficial para una situación que suele ser mucho más compleja.

¿Por qué Alejandro Magno marcó la historia con su vida y otros mueren en el olvido? ¿Por qué? ¿Alguien puede responder esta pregunta?

De alguna u otra manera, todos pretendemos nuestra momento de éxito y brillo en algún medio masivo de comunicación, anhelando algo más que nuestras cotidianas vidas aconteciendo y desapareciendo en el olvido. ¿Qué es este deseo? ¿De dónde surge? No es algo actual y producto de la sociedad de consumo, el llamado «viaje del héroe» ha sido tema universal de cuentos y leyendas de las más diversas culturas. En última instancia, se trata de la búsqueda de un significado, pero de uno con mayúscula, uno que de la seguridad de poder cruzar las puertas de la muerte con él como escudo de gladiador.

Fisión y fusión nuclear

Cuando la ciencia define algo, lo conceptualiza, lo que hace es decir cómo es eso y cómo no es; asigna un criterio de verdad algo y uno de falsedad a otra cosa, estableciendo una clara regla de demarcación en el tema. La ciencia moderna procede entonces por división, por separación, por fragmentación; la energía surge aquí de una especie de fisión nuclear que consiste en romper los fenómenos (por ejemplo, al estudiar de modo aislado una bacteria en un laboratorio) con tal de captar su esencia. Parece que lo logra y la energía del científico surge de esta manera.

Sin embargo, esto poco tiene que ver con el proceso creativo, con el hecho de crear nuevas ideas, nuevas cosas. Quizás el poder de Alejandro Magno palidece frente a ciertas historias particulares, aún cuando suene difícil de creer. ¿Cómo puede ser esto?

Creo que vivo rodeado de hombres y mujeres que sueñan con ser emperadores y emperatrices del siglo XXI, cuya imagen en el espejo les devuelve esa supuesta validación, sin embargo, día tras día y año tras año van perdiendo la fuente de fuerza interior. Piensan que es por el trabajo, la rutina, el valor del dólar o lo que el enemigo político está haciendo para perjudicarlos, sin embargo, esta misma acusación es el candado de su fracaso.

Recuerdo un taller literario, un momento para conectar con la propia sensibilidad dolorosa, tan difícil de soportar pero tan cargada de tensión al mismo tiempo. Lamentablemente es así, es la fuerza del oponente lo que genera la diferencia de tensión y esta integración es la que moviliza la energía interna.

Mientras el hombre civilizado avanza en busca de eliminar aquello que le produce malestar, pierde la oportunidad de la integración de la materia prima que lo puede convertir en alguien que marque la historia, no que la divida.

División o integración, energía de fisión o energía de fusión. Parece sencillo pero si observo los analistas políticos y económicos no encuentro uno que lo considere realmente.

Un momento para reencontrar el «eje» -Parte III

En esta tercera parte del tema, quisiera mostrar el «último recinto» al que pudo llegar la Psicología Profunda hasta la fecha. Mencioné la importancia de generar un espacio de soledad y quietud para «encontrar el eje»; sin embargo, tengo una mala noticia en este momento.

El vacío estructural

De modo similar a la existencia de agujeros negros en el espacio que devoran las galaxias que son atraídas hacia ellos, la psiquis humana posee un fallo propio que cumple una función similar y que hace que nunca podamos tener la «vida ideal» que tanto anhelamos, una y otra vez algún suceso exterior o interior perturba el bienestar y aflora la negatividad. Y ello existe en la naturaleza de la psiquis humana por un motivo.

Viernes Santo

Escribo estas líneas un viernes de Pasión, porque dicho evento representa un agujero negro en la cultura; así como los agujeros negros del espacio capturan masas que son absorbidas plenamente por ellos, la muerte es también para el hombre un fenómeno similar que, como centro gravitatorio del futuro, atrae hacia sí todo el hacer del hombre y, tarde o temprano, termina por devorarlo sin que el más mínimo componente pueda sobrevivir a su atracción devastadora.

Es sorprendente observar cómo los fenómenos más complejos del universo parecen tener correlatos en el plano psíquico, como si se tratase de fenómenos sincronizados.


Primera imagen real en la historia de un agujero negro presentado el 10 de abril de 2019 por el consorcio internacional Telescopio del Horizonte de Sucesos.

La «antimateria psicológica»

Este principio paradojal de nuestra psiquis, como te decía, cumple una función, y esta función es una no-función. O sea:

+ No podemos hacer algo para hacer desaparecer esta falta de no sabemos qué;

+ Sólo podemos aceptarla, reconocer su existencia sin más.

En pocas palabras: hay un fallo irreparable en nuestra mente y lo mejor que podemos hacer es aceptarlo. Todo intento de negarlo será en nuestro perjuicio. Podés ver ahora como me acerco nuevamente al tema del no-hacer o no suceder psíquico (tema planteado por Carl G Jung).

Este principio paradójico hace que, sí logramos reconocerlo y soportarlo, comience a integrarse a nuestra vida, pasa a ser parte de nuestro ser.

Pero hay algo más…

Se supone en Física que si la materia y la antimateria se encuentran, se aniquilan mutuamente pero no se destruyen, sino que producen una liberación de una energía radioactiva. Podría decir entonces en este extraño razonamiento: si la vida y la muerte se encuentran -si acepto con mi Yo consciente la existencia de este vacío estructural inconsciente y relacionado a la muerte- no se eliminan mutuamente sino que producen una especie de liberación de energía o nuevo fenómeno.

Sé que lo que escribo parece un delirio total; pero lo voy a aclarar el domingo de Pascuas con un ejemplo concreto.

Un momento para reencontrar el «eje» (no-hacer)

Quizás no sucedió nada terrible, tal vez todo parece normal, pero dentro nuestro tenemos esa sensación de que nos falta algo, que no estamos centrados en quiénes nosotros realmente somos o como deseamos ser, nos hemos salido de nuestro «eje».

En esta reflexión te propongo una experiencia sencilla para hacer contacto con tu alma, con el centro de vos misma o de vos mismo. Veamos.

Síntomas en apariencia inexplicables

Hace algunos años los psicólogos nos vimos sorprendidos en nuestros consultorios por una serie de consultas que no respondían a una patología clara ni tenían síntomas bien definidos, sino que en su lugar la persona experimentaba un difuso malestar que no sabía de dónde provenía ni tampoco qué hacer ante esa situación. En algunos casos el sufrimiento psíquico llegaba a ser tan intenso que fue descripto como «una sensación de vacío aquí en el pecho», o en la zona abdominal.

La mayoría de los psicólogos clínicos plantearon que se trataba de nuevas formas de los llamados «Trastornos de Ansiedad Generalizada»; no obstante, otros preferimos comenzar a emplear la noción de «patologías del vacío». Si bien esta última expresión suena un poco fuerte, el tiempo fue mostrando un fenómeno muy propio de nuestra época en la que la soledad, la pérdida de sentido y el miedo a lo desconocido se entrelazaban para conformar ciertamente una sensación de vacío.

Actualmente, de ser algo esporádico y en algunos individuos, esta sensación pasó a convertirse en una experiencia común a la mayoría de las personas jóvenes y adultas.

Relajación

Los síntomas de ansiedad suelen responder muy bien cuando aplicamos una técnica de relajación o de meditación; en estos casos se trata de acciones muy efectivas con las que podemos luchar contra la ansiedad. Sin embargo, lo que funciona para la ansiedad produce el resultado opuesto en la patología del vacío acrecentando aún más la inquietud vivenciada.

Bicicleta, mate y un libro

Los curadores tenemos dos maneras a través de las que intentamos ayudar a las personas que sufren. En la primera de ellas, buscamos «empujar» al individuo hacia el estado de salud que buscamos. Un ejemplo de esto son las herramientas de relajación que mencioné en las que creamos mentalmente el estado de relajación que se necesita para poseer bienestar. Esto representa la acción ideal. Pero en otras ocasiones no tenemos tanta suerte y debemos actuar por la segunda forma.

Si padecemos una extraña sensación de vacío… pues bien, «¡vayamos en esa dirección!» Generemos el vacío como experiencia de conocimiento para descubrir cuál es el origen real de esta sensación.

La mejor terapéutica para el vacío es comenzar a separar un momento del día o de la semana en el que podemos apartarnos de la vida cotidiana algunas horas y no hacer algo en particular, detener la acción. Quizás podamos lograr esto de una manera muy económica tomando nuestra bicicleta, preparándonos el mate y llevando un buen libro; una vez localizamos un lugar en el que podemos pasar unas horas en soledad con nosotros mismos y alejados del ambiente ordinario, comenzaremos a sentir cierto alivio, como si un «vacío sano» desalojase a un «vacío enfermo».

La industria tiene una terapéutica similar: horas y horas frente a la pantalla mirando series televisivas. Pero es una solución industrial, masiva y creada por otras personas; nosotros intentaremos encontrar una «solución artesanal» para nuestro vacío.

Sucede que lo que llamé «patología del vacío» no es una patología sino la manifestación dolorosa de una necesidad insatisfecha -y muy importante- que tenemos la mayoría de los seres humanos contemporáneos: la necesidad de encuentro con una parte de nosotros mismos -nuestra alma podría decir- y, cuando logramos tomar consciencia de esto, comienza a darse un cambio radical en nosotros.

Si el vacío se siente como una clase de desorganización interior, el encuentro con nuestra alma se vivencia como comenzar a «encontrar el eje».

Mientras la ansiedad respondía satisfactoriamente a la relajación, el vacío lo hace frente al enfoque de la atención consciente.

Estas ideas son un aceptable comienzo para quién atraviesa esta sensación, aunque sólo representan una aproximación. Seguiré con este tema en futuros posts.